Antes de ir a la empresa me encontraba como la
persona más tranquila del universo, pero cuando puse mis pies en la entrada de
la institución me comencé a sentir muy nerviosa. Mientras esperaba y armaba
todo me decía a mí misma que no debía de mostrar el nerviosismo porque lo que
yo estaba proponiendo en el contrato era realmente verdad, yo soy capaz de
llevar a cabo un buen diagnóstico que ayude a la empresa y realizar una
propuesta que puedan llevar a cabo para mejorar sus necesidades.
Creo que lo más importante de esta sesión de
contratación fue el hecho de que pude convencerme a mí misma de lo que soy
capaz de hacer y al hacerlo, poder proyectar ese sentimiento a la empresa para
que de alguna manera sus dudas sobre mi sean disipadas y en cierta forma eso
fue lo que sucedió, ya que sentí como la empatía surgía y ya no habían tantos
muros sino que las puertas se abrían para que yo pudiera ingresar a lo más
detallado de aquella empresa.
Ahora, después de haber acudido, de haber
hablado y expresado todos mis propósitos y haber obtenido un buen resultado,
depende de mí cumplir mis palabras y llevar a cabo un buen diagnóstico, sobre
todo, demostrarle a la empresa que su confianza en mí no ha sido en vano y
demostrarme a mí, de que soy capaz de hacerlo y hacerlo bien.
No hay duda que lo harás de maravilla.
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